Así como un día lo dije en una entrevista, nací con la alegría y la claridad de servir al otro, aprendido por observación y por el ejemplo de mis padres.
Desde muy joven me encontré con situaciones y oportunidades donde el acompañar, servir, enseñar, escuchar y conversar con otros, generaba felicidad en ellos y sin lugar a duda también en mí. Desde mi consciencia entendí que yo podía tomar tiempo para apoyar a otros, adicionalmente a mis tareas diarias en casa y en el colegio, lo cual realicé por varios años.